Tu perro es tu mejor amigo y le conoces a fondo, sabes lo que quiere expresar con cada gesto o sonido. Si te pone ojitos de bebé, es que quiere que le des un trozo de tu comida (son muy listos, ya lo vimos en un blog anterior). Si gimotean o emiten un sonido leve, les duele algo o quieren salir a dar su paseo diario. Si ladran y dan saltos, tienen ganas de jugar contigo.
Pero, ¿sabes qué le sucede a tu perro cuando pasas uno o varios días fuera y se reencuentra contigo? Pues que se emociona y se llena de euforia.
Tu mejor amigo peludo se siente desbordado por sus emociones y reacciona dando vueltas alrededor de ti, gimiendo, saltando para que le des un abrazo… Está tan abrumado por la euforia y la felicidad de volver a verte que no es capaz de contenerse.
La próxima vez que te reencuentres con tu perro tras un periodo breve o largo, piensa en lo feliz que se siente y corresponde con todo el cariño del mundo. Porque los animales domésticos tienen sentimientos, por algo dicen que se parecen a los dueños.