El cerebro de un peludo tiene una estructura similar al nuestro, ambos pasan por la fase MOR y la fase REM, que son los estados asociados al sueño. Según dice la doctora Barrett, resulta lógico y normal que nuestros perros sueñen con nosotros y con sus vivencias de cada día, justo como nosotros.
Es frecuente en ellos soñar con todas las cosas nuevas que aprenden durante el día y que se ven reforzadas en el momento del sueño. En la mayoría de las ocasiones evocan los paseos que les hemos dado, los perros con los que se han cruzado y todas las experiencias que han vivido ese día y al igual que nos ocurre a nosotros. Soñar les ayuda a reforzar, afianzar y gestionar las experiencias vividas, y en mayor o menor medida van a impactar en tu fiel compañero.
«Los humanos sueñan sobre cosas que les interesan de día, de forma más visual y menos lógica. No hay razón para pensar que los animales sean diferentes. Dado que los perros están extremadamente apegados a sus familias, lo más normal es que tu perro sueñe con tu cara, con tu olor y con agradarte o molestarte»
Al igual que las personas, los perros pueden soñar o tener pesadillas y durante estas los perros mueven las patas, las orejas e incluso pueden llegar a ladrar y llorar si están muy asustados.
En definitiva, los perritos son tremendamente afines a nosotros, leales y eternos compañeros de vida y gracias a esto, podemos compartir características que nos acercan aún más a ellos. Los sueños son complejos y desconocidos, pero cuando veas a tu perrito dormir con un sueño profundo, sabrás que está pensando en todas las cosas que habéis compartido juntos a lo largo del día.