Sabemos que las personas que cruzan a sus animales tienen buenas intenciones y piensan que lograrán encontrar un buen hogar para cada cachorro de la camada. sin embargo y desafortunadamente, es bastante más complicado de lo que parece y en el peor de los casos, acaban abandonados o muertos.
En las últimas décadas han ido surgiendo algunos mitos sobre la esterilización y castración que te vamos a contar. Pero antes, es importante que sepamos en qué consiste cada una de ellas, pues a menudo se confunden, como dueños, es momento de conocer las diferencias. Además, siempre es recomendable discutir las diferentes alternativas con tu veterinario para poder tomar la decisión más responsable para ti y tu animal.
En el caso de la esterilización la conducta sexual del animal queda intacta y con la castración se consigue la ausencia de actividad sexual. Actualmente, las técnicas quirúrgicas permiten que la esterilización sea un procedimiento poco invasivo. El animal se recupera en 24-48 horas, las curas post-operatorias son mínimas y el animal vuelve a su vida normal en muy poco tiempo.
Mitos sobre la esterilización que nos cuenta FAADA en su campaña Soy responsable :
Los animales esterilizados engordan:
La esterilización de los animales de compañía no predispone a la obesidad. Es necesario que el animal continúe con el mismo estilo de vida, acorde a su edad, sexo, tamaño y que haga suficiente actividad física. Siempre y cuando el animal tenga actividad no tiene que engordar pues existen también en el mercado piensos específicos para animales esterilizados.
Es bueno que críe una vez:
Es falso que las hembras de perro o gato tengan que criar una vez en la vida para mantenerse sanas. No existe una relación consciente con la reproducción como parte necesaria de su bienestar. Su sexualidad es distinta a la del humano y está totalmente dictada por las hormonas, por lo que no presentarán emociones como la frustración o el deseo de tener hijos a un nivel consciente. Si la cirugía se realiza antes del primer celo las posibilidades de tener un cáncer de mama son casi cero. En cambio si se realiza después del primer celo las posibilidades se incrementan hasta el 7%, subiendo hasta el 25% si se realiza después del segundo celo.