Probablemente lleváis años viendo a vuestros peluditos felinos tumbarse al sol durante un buen rato sin preguntaros por qué les gusta tanto. Ya sea en el porche, en una ventana o en un tragaluz, siempre están buscando el mínimo rayo de luz que entra por la ventana para aprovecharlo y acostarse a descansar. Pero… ¿Por qué es este un comportamiento habitual en los gatos? Hay diversas teorías sobre esto pero lo podemos resumir en los motivos que os diremos a continuación.
En primer lugar, como para todos los seres vivos los rayos de luz del sol les proporcionan vitamina D que es necesaria para el correcto funcionamiento de su organismo. La vitamina D permite a los seres vivos absorber mejor el calcio o hace que diversos sistemas como el locomotor o el nervioso funcionen correctamente. Pero nuestros peludos también necesitan una buena alimentación pues el pelaje les impide absorber toda la vitamina D que necesitan.
Otro motivo es que los gatos al ser felinos en la naturaleza dormirían de día y cazarían de noche. Por eso al tenerlos en casa sus ritmos de vida cambian y aunque siguen pasando gran parte del día tumbados, ¿por qué lo hacen al sol? Porque las temperaturas de los mamíferos bajan cuando duermen, lo que podemos decir que es el equivalente humano a taparse.
Y aunque los motivos que hemos comentado sean beneficiosos, todo en exceso es malo. Siempre tenemos que responsabilizarnos de nuestros peludos y estar muy atentos a posibles golpes de calor o insolaciones. A todos los gatos les puede suceder esto pero si tu amigo felino es un gato esfinge o comunnmente llamado “gato egipcio”, debes tener especial cuidado.
Esperamos que os haya resultado interesante este artículo y que, a partir de ahora, estéis pendientes cuando vuestros peludos hagan esto. Siempre podéis tumbaros a su lado a disfrutar de esta agradable sensación a su lado.