¿Los peludos se pueden resfriar?

Comienza el invierno y por eso tenemos que tener cuidado con los cambios drásticos de temperatura. Estos cambios pueden dejar a su paso una serie de consecuencias que no solo afectan a los humanos, sino también a nuestros peludos.

Efectivamente, los perros y los gatos también se pueden resfriar. Y como es complicado que ellos se comuniquen contigo para explicarte lo que les ocurre, es tarea de sus propietarios fijarse bien en la sintomatología del animal para tratarlo y cuidarlo como la situación pueda requerirlo.

¿Por qué razón se puede resfriar un perro o un gato?

Por la misma razón que nos ocurre a las personas los perros y gatos pueden coger un resfriado por cambios de temperatura, es decir, por coger frío. Es importante tener claro que un resfriado no es lo mismo que una gripe.

La gripe es una enfermedad causada por un virus, que afecta al aparato respiratorio y produce también una serie de síntomas generales característicos

Por eso tenemos que tener mucho cuidado con ellos ya que si pasan mucho tiempo en un lugar frío, no les secamos adecuadamente después de un baño, o están en una zona de corrientes frías hay contrastes con corrientes de calor es bastante probable que puedan resfriarse.

¿Cómo son los síntomas en perros?

  • Tos
  • Falta de apetito
  • Ronquidos
  • Problemas respiratorios
  • Mucho cansancio
  • Décimas fiebre

¿Cómo son los síntomas en perros?

Los síntomas de los gatos coinciden con los de los perros, solo que a esta lista de síntomas hay que añadir la conjuntivitis. Esta es una afección muy común en algunos gatos prácticamente desde que nacen pero también es común que pueda aparecer en ellos como causa del resfriado. 

Cómo prevenir que una mascota se resfríe

Para evitar que nuestra mascota caiga en las zarpas del resfriado, conviene evitar los cambios drásticos de temperatura. Aléjalo de corrientes fuertes de aire y no lo saques a jugar o pasear en las horas más frías del día.

Asimismo, procura que se mojen lo menos posible en caso de lluvia y, tras el paseo o el baño, es fundamental secarlos muy bien. Precisamente en el momento del baño, hay que prestar especial atención para que no se destemplen. Asegúrate de tener las vacunas al día y de proporcionarle una alimentación de calidad.

Cómo tratar el resfriado de una mascota

Si a pesar de tus cuidados y precauciones tu mascota está pachucha, es momento de una visita al veterinario para que valore su estado y el tratamiento necesario. A menudo no es necesaria la prescripción de ningún medicamento.

Proporciona a tu mascota un lugar limpio y cálido, por ejemplo poniendo una manta en su cama. Evita que se tumbe en el suelo si está frío y, nuevamente, no lo saques a la calle en los momentos más gélidos. Intenta que beba tanta agua como sea posible y que coma, aunque no tenga apetito. Déjale descansar y no lo fuerces a realizar ejercicio físico ni juego extenuante. Y, por supuesto, dale muchos mimos.

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