Para poder disfrutar de los paseos, es necesario enseñar a tu perro cómo salir sin ponerse nervioso, cómo comportarse en presencia de otros perros y, sobre todo, enseñarle a no dar tirones de la correa. Esto último es vital cuando todavía es un cachorro y está en pleno proceso de aprendizaje.
Lo primero que tienes que conocer son los motivos por los que tu perro tira de la correa:
- Percibe nuevos olores que están más alejados y pega tirones para acercarse rápido y poner en marcha su olfato.
- Ve a otros perros y quieres estar cerca de ellos para identificarlos.
- Algún ruido de la calle le asusta y quiere salir corriendo.
- La propia correa le molesta o le dificulta respirar y pegan tirones intentando escapar, y no es consciente de que eso le hace más daño.
Aunque nuestro perro tenga estos sentimientos, tenemos que enseñarle a comportarse, porque a la larga dejar de pegar tirones será mejor para su salud y mejorará la calidad de vuestros paseos. Estos son los pasos a seguir para educar a tu perro en el arte del paseo y evitar esos tirones:
- Decide tú qué tiene que hacer tu perro y dale una chuchería como recompensa cuando te haga caso. Pídele que se ponga a la derecha, a la izquierda, que se esté quieto, que caminé, que te siga si empiezas a correr…y que obtenga una recompensa por ser obediente.
- Los paseos tienen que ser relajados, no puedes salir con prisa a pasear a tu perro o ser tú quien le pegue tirones. Ambos debéis disfrutar del paseo y que la correa, al final, sea un mero complemento de seguridad.
- Escoge el equipamiento adecuado. Lo más recomendado por veterinarios y expertos es el arnés, ya que mientras tu perro aprende, se llevará tirones en el cuerpo y no el cuello (que puede dejarlo sin respiración).
Y sobre todo, es importante tratar a tu perro con cariño y tener paciencia, el proceso de aprendizaje no se completa en solo dos paseos. El resultado merece la pena, y ambos disfrutaréis de la compañía mutua y de los mejores paseos por el parque.